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Mario Kart 8 Deluxe: Nintendo Racing

Mario Kart 8 Deluxe OpiniónLa carrera de Mario está marcada por las carreras de Mario, por lo que cada entrega de Mario Kart recibe una capa de chapa y pintura en los talleres de Nintendo para no acabar cuesta abajo y sin frenos. Con Mario Kart 8 (relanzado en Nintendo Switch como Mario Kart 8 Deluxe), la franquicia sale a competir en una categoría superior en resolución pero también en expectativas. Y esta carrera es de las de no parpadear para no perdérselo.

Si seguía dando vueltas al mismo circuito, la saga Mario Kart corría el riesgo de sufrir una avería de gravedad. Y la antigravedad realmente no pone ruedas arriba la saga, pero sí le da un giro interesante, o varios rizos, a unos circuitos fascinantes y espectaculares, abarrotados de referencias y respeto al enorme legado de Nintendo. Mario Kart 8 sigue siendo un juego de carreras locas con coches y motos (y quads) que resbalan al pisar pieles de plátano… carreras que el más hábil al volante puede acabar perdiendo. Algo divertido para el que gana gracias a un golpe de suerte directo al rival y frustrante para el que, por suerte o por destreza, acaba siendo empujado por un ítem de lo alto del podio. El antes todopoderoso caparazón azul se ha intentado equilibrar con la inclusión de la bocina, ítem que arrasa con cualquier rival o caparazón que se entromete en su onda expansiva. Nintendo parece conducir la saga en dirección contraria a las quejas habituales al incluir dos ranuras para objetos en la reedición Deluxe, pero llega a sorprender que, de alguna manera, esto no convierta la fiesta de los ítems en una bacanal.

Mario Kart 8 Deluxe es un bólido de lujo a nivel de contenido, con más prestaciones que nunca (sin opción al descuento equivalente), que toma decididamente un atajo hacia un lugar al que la saga está destinada: ser el Super Smash Bros. de las carreras locas, un Nintendo Racing que hace bajar a Link de Epona y a Canela del ayuntamiento para competir al volante con Mario y compañía en circuitos inspirados en F-Zero o Excitebike. Era una estrella de invencibilidad que Nintendo tenía guardada, y que usa con maestría para reclamar el récord en número de circuitos y personajes de la saga, más de cuarenta en cada caso. El plantel incluye al héroe de Hyrule, el aldeano de Animal Crossing, Bowsy, los desheredados Koopalings y los Inklings de Splatoon, por lo que cada vez es más difícil echar de menos a un personaje.

El modo multijugador es la gasolina que mantiene en marcha cada entrega. Porque Mario Kart se disfruta más con amigos, y ahora también con amiibos. Las carreras tanto a pantalla partida como online son ya una prestación básica, pero la cuestionable decisión de eliminar las arenas clásicas del modo batalla en el lanzamiento original para Wii U se ve resarcida en la versión Deluxe con la inclusión de varias arenas nuevas y una selección de otras clásicas de anteriores entregas. El juego de Nintendo Switch cuenta de serie con todo el contenido descargable por el que Nintendo cobró a mayores (de forma comedida, eso sí) en Wii U cuando finalmente se adentró en terreno DLC, es decir, delicado.

Hablar de frames y píxeles por pulgada en un juego de Mario parece pasarse de frenada, pero están en cantidad para hacernos disfrutar no sólo del Mario Kart más espectacular de los ocho, también de una Nintendo que, libre de las ataduras de otras consolas más limitadas, puede dar rienda suelta a la potencia técnica pero sobre todo a su saber hacer, a su creatividad, a su talento. No hace alarde de ello destacando “1080p y 60 fps” en la contraportada o la descripción de la eShop, sino con circuitos apabullantes como Montaña Wario o con hasta 12 jugadores en pantalla lanzando caparazones y bob-ombs que ralentizan el avance de los vehículos rivales, pero nunca la fluidez del juego. El irreprochable envoltorio audiovisual se completa con una cautivadora banda sonora interpretada en vivo por una big band. Bastan dos orejas para disfrutar del juego.

El ocho de este Mario Kart es la suma de los siete anteriores: la genial idea de unos autos locos jugables de Super Mario Kart, la diversión a pantalla partida de Mario Kart 64, el retorno y reinterpretación de circuitos clásicos de Mario Kart Super Circuit, la apuesta por las carreras online de Mario Kart DS, el afán de diferenciarse del resto de Double Dash!!, el aumento de competidores y la resultona opción de usar el mando como un volante de la entrega de Wii, los aladeltas y los karts anfibios de Mario Kart 7. El verdadero toque Deluxe de Nintendo Switch es la portabilidad y estar preparada de serie para el multijugador con un modo tabletop que convierte cada mesa de bar, cada banco del parque, cada regazo, en una improvisada pista de carreras. Mario Kart 8 es la suma de más de 20 años siendo la referencia dentro de ese estilo de juegos que siempre comparamos con Mario Kart. Un 8 que al pasar por una zona de antigravedad se convierte en el símbolo del infinito… entretenimiento.

(Texto actualizado del original publicado en deusexmachina.es)