Análisis de Koa and the Five Pirates of Mara

6–10 minutos

Si tuviera que elegir un género de videojuegos, o decidir cuál es mi favorito, creo que diría que los juegos de plataformas. Creo que como le ha pasado a mucha gente, es el género con el que empecé a jugar a videojuegos y el que para mí representaba lo que era un videojuego: Mario, Donkey Kong, Wario… primero en dos dimensiones, en Game Boy, y con el salto a Nintendo 64 y las 3D, mi predilección por las plataformas siguió esa evolución y alcanzó otra dimensión: la tercera, buscaba y jugaba a todos los plataformas 3D que podía: desde Super Mario 64 a Banjo-Kazooie, Rayman 2, Gex, Bomberman Hero, alguno más que no recuerdo ahora ni el nombre, como uno de un acróbata de circo o algo así… a día de hoy, para mí los juegos de plataformas siguen siendo un refugio de diversión sin complicaciones, y creo que quedan muchos jugadores quizá de mi generación que sienten una afinidad especial por este tipo de juegos, y que durante un tiempo hemos sentido que nos faltaban opciones aparte del Mario de turno.

Afortunadamente, en los últimos años han surgido varias propuestas, principalmente de estudios independientes, que intentan recuperar ese añorado tipo de juego, plataformas 2D como Kaze and the Wild Masks o 3D como A Hat in Time. Koa and the Five Pirates of Mara ha sido desarrollado por Chibig, el estudio creador del Maraverso que comenzó en 2020 con Summer in Mara. Siempre alegra ver nuevas propuestas interesantes hechas en España, y Koa and the Five Pirates of Mara es una colaboración entre Talpa Games, un estudio muy joven y Undercoders, ya más veterano, ambos estudios afincados en Barcelona, y Chibig, estudio valenciano.

He de confesar que no había jugado a sus anteriores juegos, no he tenido la oportunidad de jugar a los juegos que más han influido en Koa and the Five Pirates of Mara, ni a Summer of Mara de Chibig ni a Mail Mole, un plataformas 3D protagonizado por un topo también codesarrollado por Talpa y Undercoders. Puede que se me escape algo, pero al menos sí conozco bien otro de los juegos que creo que es una inspiración evidente: Super Mario 3D World. Eso ya dice mucho. Pero reconozco que tras jugarlo, me han entrado muchas ganas de probar sus anteriores juegos.

Vamos con el juego, Koa and the Five Pirates of Mara es un juego de plataformas en tres dimensiones, que nació de una campaña de Kickstarter que consiguió todos sus objetivos, y está protagonizado por una niña llamada Koa, que tiene que superar unas pruebas organizadas por unos piratas que han vandalizado la isla de Qälis. Para ello hay que superar 8 mundos, cada uno con 6-7 niveles. ¿Y cómo se juega?

Koa puede saltar, correr, con los brazos estirados como en los clásicos de Mario o como hacía Arale de Dr. Slump, que de ahí viene, dar volteretas, hacer un salto bomba, como el de Mario, agarrar y lanzar ciertos objetos, y ya está. Koa no puede atacar, porque de hecho no hay enemigos en los niveles del juego, todo consiste en ir saltando y superando los desafíos de habilidad de cada nivel. Tampoco puede hacer saltos entre paredes, ni planear, ni hay potenciadores que otorguen habilidades, no hay Koa Tanuki ni Koa Felina. Es un personaje con un abanico de acciones muy simple, pero que quizá por eso mismo han conseguido pulir hasta el punto de conseguir creo que lo más difícil de este tipo de juegos, sobre todo porque la comparación con Mario va a ser inevitable: que sea divertido simplemente mover al personaje de aquí para allá sin un objetivo claro. Y lo han conseguido, la sensación al manejar a Koa es muy satisfactoria, el peso, la inercia… todas esas físicas que cambian por completo la experiencia de juego para bien o para mal. Koa es un juego de esos que juegas manteniendo presionado el botón de correr durante casi todo el juego. Como en Mario. Y al saltar y presionar el botón de correr justo antes de tocar el suelo, Koa hace una voltereta, y al saltar mientras rueda, hace un salto largo, que viene a ser como el salto de longitud de Mario. Y sin que te des cuenta, el juego te lleva a recorrer los niveles a toda velocidad, rodando y encadenando saltos largos, no hay enemigos que te interrumpan, y acabas interiorizando si tienes que mantener presionado cada botón medio segundo más o menos para aterrizar un poco más o menos lejos tras un salto largo y volver a enlazarlo con otro. Es algo que me ha recordado a mi forma de jugar a Mario.

El juego te invita a jugar así, rápido, los niveles son cortitos, se pueden superar en unos dos o tres minutos, y al final de cada nivel te otorga una medalla de oro, plata o bronce dependiendo del tiempo empleado. De hecho, existen opciones para activar un cronómetro para hacer Speedruns o reiniciar rápidamente el nivel presionando las dos palancas, los desarrolladores saben que es uno de los puntos fuertes del juego. El diseño de niveles es en general sencillo pero con la suficiente variedad, hay muchas situaciones que recuerdan, otra vez a Super Mario 3D World, como los momentos de conseguir varias llaves en el nivel para abrir la puerta que impide avanzar, plataformas que aparezcan y desaparecen alternativamente cada vez que Koa salta, engranajes, balancines, plataformas de hielo que resbalan, pinchos, paneles que te impulsan a toda velocidad en una dirección… incluso hay niveles submarinos, esta vez de desplazamiento lateral, que recuerdan a los de Mario pero también a los de Crash Bandicoot por el hecho de que Koa puede hacer una especie de remolino para desplazarse hacia los lados. Koa tiene tres corazones de salud, es decir, al tercer toque, pierdes, y hay que volver a empezar desde el inicio del nivel o desde el último punto de control. No hay vidas, y el juego se asegura de tener en cuenta a quienes quieren una experiencia muy accesible, con modo Relax, que añade puntos de control, y que se puede activar desde el menú o el propio juego te ofrece activar tras perder repetidamente. No se puede mover el punto de vista de la cámara, y cuando pierdes sientes que ha sido culpa tuya, no del juego, o de un error, o de que la cámara estaba mal, y eso es algo clave.

En cada nivel hay tres objetos coleccionables, repartidos por zonas escondidas o de difícil acceso: un trozo de tela, restos de plástico y unas perlas. Con estos objetos se desbloquean opciones de personalización en la isla de Qälis: nuevas camisetas para Koa, o Koamisetas, me gustó ese juego de palabras que hacen, nuevas mochilas, o reparar alguno de los elementos de la isla que los piratas han destrozado. El juego tiene implícito un mensaje de respeto por el medioambiente, Koa recoge basura y la recicla para hacer ropa y accesorios. Son elementos simplemente estéticos pero se agradece. A Qälis hay que volver a menudo, tras superar cada mundo y obtener un trozo de mapa para llevarlo al faro y despejar una nueva zona del mapa del mundo, el Mar de Mara. Nos desplazamos por el mar en barco, no es un mar tan grande como el de Zelda: The Wind Waker, pero es como una versión en miniatura, hay islas grandes, las principales, otras más pequeñas con niveles secundarios para conseguir coleccionables, y hay zonas bloqueadas por obstáculos como remolinos o rocas, que podemos superar una vez mejoremos el barco de Koa en los astilleros a cambio de unos engranajes: se puede añadir al barco por ejemplo el Gancho de Napopo, que permite jugar a unos niveles en los que hay llevar el gancho hasta el cofre que descansa en el fondo del mar esquivando a los enemigos para rescatar el tesoro, también se puede mejorar el motor del barco para ir más rápido, o incluso hacer que el barco salte para evitar obstáculos.

Técnicamente cumple sin más, las texturas son simples, no puedes pedirle lo mismo que a un Mario porque no es un triple A, pero creo que el estilo artístico lo compensa muy bien y transmite una sensación de aventura de verano muy agradable. No me ha parecido para nada difícil, he tardado unas cinco horitas en completar la historia principal, aunque me quedan unos cuantos coleccionables y conseguir las medallas de las contrarrelojes. Y me he quedado con ganas de hacerlo, y creo que eso es lo mejor que puedo decir. Considero que hace bien lo que es imprescindible que esté bien en un buen juego de plataformas: el placer de controlar al personaje. Y es un juego al que se le notan sus referencias, pero las homenajea con una buena base. Es un plataformas perfecto para el verano, como un polo refrescante para los hambrientos de plataformas 3D.

[7]

He utilizado un código de descarga de Koa and the Five Pirates of Mara facilitado por Chibig para la realización de este contenido.